18 de agosto de 2007

La paradoja del bienestar

¿Qué busca la gente cuando acude a un balneario? En principio, la idea surge ante la necesidad de descanso y desconección. Elegimos un sitio tranquilo y con ciertas particularidades, donde poder realizar un circuito termal o circulatorio, recibir un tratamiento manual, nadar un poco, pero sobre todo, relajarnos. Alejarnos del ruido es un descanso en sí mismo. Desde hace un par de años, la tendencia impone que los buenos hoteles tengan su propio balneario, ya sean urbanos o rurales. Como resultado de la eclosión del bienestar en la hostelería surgen sitios bonitos, muy bien diseñados en algunos casos o con una atención personalizada, en otros. Y así podemos encontrar excelentes establecimientos de bienestar dentro de buenos hoteles, que comienzan a funcionar con la política de los mismos. Por lo cual, con el mismo criterio aplicado en la inauguración de un nuevo restaurante, se invita a todo aquel que ponga los pies en el hotel a que conozca el nuevo spa. Y aquí es donde el descanso buscado en un principio, resulta imposible de lograr. Entonces es frecuente encontrar situaciones de relax casi ideales interrumpidas por un relaciones públicas de hotel que llega acompañando a un grupo de personas a realizar un "tour" por el balneario. Así, mientras alguien reposa tumbado en una sala de relax, algunas señoras martillan el suelo con inoportunos tacones mientras charlan a voces como si estuviesen en un club social. Cuesta creer, en este reality show en el que todos estamos inmersos, que haya gente que prefiera la intimidad. Pero la hay. Aún existen aquellos que fantasean con respirar entre árboles o con unas manos expertas que recorran su cuerpo,mientras una música adecuada acompaña el viaje hacia los sentidos. Y sería justo que tuvieran su lugar de disfrute. ¿Es imposible evitar la paradoja? Creamos sitios para escapar del stress y finalmente trasladamos a ellos la pasarela y la muchedumbre. Volver al objetivo primario, dependerá siempre de la sensibilidad de los empresarios y los directivos.

13 de agosto de 2007

Entrenamiento personal psicofísico

Más allá de la imágen
Por qué un entrenamiento personal?
La primera experiencia en un gimnasio, puede llegar a ser desagradable. Si partimos del caso de que la persona que acude a él acaba de tomar consciencia, (ya sea por sí misma o por sugerencia profesional) de que ha descuidado su cuerpo, esta instancia suele ir acompañada de un descenso de la autoestima. El inicio de la actividad física, despúes de un período prolongado de sedentarismo, nos enfrenta con nuestras limitaciones.
En el caso de escoger comenzar a trabajar en la sala de fitness, probablemente nos veremos rodeados de gente más entrenada, que en apariencia trabajará sin demasiado esfuerzo. Si elegimos clases grupales, no siempre será asequible una para principiantes, dependiendo de los horarios disponibles. Por lo cual, es frecuente encontrar grupos heterogéneos, donde el recién llegado va a la zaga. Por otra parte, los monitores no pueden dedicarse en forma personalizada.Y aunque les sobre la buena voluntad, a veces no aciertan con la actitud pedagógica adecuada. Por todo lo expuesto, una iniciativa sana, puede derivar en una experiencia frustrante.
El entrenamiento personal al aire libre, o en el domicilio del alumno, permitirá a éste manejarse en un entorno familiar, elemento fundamental para lograr la reconección con su cuerpo. De ahí en más le resultará sencillo relacionarse con quién será, su guía en este viaje. Abrirse al diálogo con el entrenador, es el paso siguiente. Tener la certeza de que alguien escucha sus inquietudes, y en base a esto elaborará las rutinas, genera una confianza, que es un cambio de imágen en sí mismo.
Otro punto a tener en cuenta, es el trabajo "en espejo" con el coach, técnica utizada habitualmente en la clase uno a uno. El patrón a seguir, está delante del alumno y la atención y corrección son constantes. Esto es aplicable, tanto en un caso de exceso de peso, como en una rehabilitación o en una delgadez patológica.
Hay demasiadas razones tras la apariencia corporal. La educación Física, nos ha preparado para abordar esta tarea con seriedad, realizando un seguimiento psicofísico, cuyo primer objetivo, puede ser, por ejemplo, integrar al individuo a un trabajo grupal, una vez lograda una relación amable con su cuerpo.
La orientación nutricional, no puede escapar a estos programas. La sugerencia de una dieta sana y equilibrada, respetando las cuatro ingestas diarias, así como la de beber agua en abundancia, serán repetidas en cada encuentro hasta su internalización, a la vez que se anime a solicitar al médico una dieta personalizada. Obsequiar al alumno tablas alimentarias y alguna receta sabrosa y nutritiva, es también parte del coaching.
El cuidado, siempre genera buenos resultados. Cuando éstos se dejan ver, podremos recién, dirigirnos haca un programa integral, incorporando ejercicios respiratorios, relajación guiada y masaje. Sumaremos aquí, el trabajo en el plano emocional de la persona, un campo ilimitado de hallazgos y crecimiento, que enriquecerá al entrenador y al entrenado.
Nuestro trabajo será exitoso, si transmitimos que la mejor manera de adquirir seguridad, es rodearnos de ella.

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Mónica Alejandra Carrizo es argentina, profesora Nacional de Educación Física, profesora de Yoga, terapeuta corporal multidisciplinaria. Formada en diversas escuelas de América, Asia y Europa. Con veinticinco años en la actividad psicocorporal, ha creado el sistema de Entrenamiento Personal Psicofísico (EPP), un programa integral, donde incorpora diversas técnicas en un trabajo personalizado, que abarca los tres planos esenciales del individuo, físico, mental y emocional.

Acerca de mí

Después de más de veinte años de búsqueda, la creción de bienestar ha sido el regreso a casa.
El universo energético, lo abarca todo. Entender este concepto es la apertura del camino.
La idea es conceptualizar espacios esenciales, más allá de las modas y el diseño. Trabajar con nuestros sentidos, aquellos que no han de modificarse, sino nutrirse. Para lograr este objetivo, la naturaleza es la fuente madre.
Entender y promover la abundancia, es lo que nos enriquece.
Vivir aceptando la invitación al placer, es lo básico.